Todas las personas reaccionan de manera diferente a las situaciones estresantes: o se retiran a sí mismas o, por el contrario, tratan de atraer al mayor número posible de personas a su problema.
El estudio mostró que las mujeres se adhieren a la segunda estrategia. En el experimento, cuarenta hombres y cuarenta mujeres fueron sometidos a una prueba de esfuerzo (resolver un problema o decir un discurso frente a una audiencia).
Después de eso, los participantes pasaron por otra prueba que tenía como objetivo determinar su capacidad para distinguir sus propios deseos de los deseos de otras personas.
Bajo estrés, las mujeres se enfrentaron mejor a la tarea.
La situación opuesta fue con los hombres que, bajo estrés, eran peores para hacer frente a una tarea que los hombres en reposo. Por lo tanto, en situaciones estresantes, las mujeres son más inteligentes que los hombres.
La razón de esto es que las mujeres están más enfocadas en buscar apoyo de los demás.
