Al final resultó que, la grasa subcutánea, de la cual cualquier mujer quiere deshacerse, puede traer beneficios reales al cuerpo, afectando favorablemente los procesos metabólicos en el cuerpo.
Los depósitos de grasa, según los científicos, son un tipo de proceso de crecimiento del tejido adiposo. A diferencia de la obesidad visceral, que aumenta el riesgo de una serie de enfermedades peligrosas, como la diabetes.
Hasta hace poco, no estaba claro por qué la obesidad visceral provoca el desarrollo de enfermedades, debido a las características anatómicas de los depósitos de grasa, o debido a las propiedades específicas del tejido adiposo. Los biólogos de Harvard intercambiaron grasa subcutánea y visceral en ratones de laboratorio. Este experimento permitió a los científicos comprender que no toda la grasa es peligrosa para el cuerpo.
Durante el experimento, la grasa subcutánea se trasplantó a los órganos abdominales en ratones. Los resultados del estudio sorprendieron a los científicos: los roedores observaron un metabolismo activo, así como una disminución en los niveles de glucosa e insulina en la sangre. Un procedimiento similar con un trasplante de grasa visceral no dio un efecto positivo.
Al analizar los resultados del experimento, los médicos resumieron: la grasa subcutánea es útil para los humanos, ya que tiene un efecto estimulante sobre el metabolismo, lo que se explica por la producción de hormonas adipocinas especiales por las células de este tipo de tejido adiposo, que pueden mejorar las funciones protectoras del cuerpo.
Los científicos consideran que la liposucción, a la que recurren muchas mujeres, es un gran error, ya que no conduce a procesos que conduzcan a la armonía, y la grasa bombeada volverá nuevamente muy pronto.
