Un grupo de científicos estadounidenses creó una vacuna contra una de las formas más agresivas de cáncer cerebral. La efectividad del medicamento durante los experimentos mostró una ventaja significativa sobre la terapia convencional utilizada para el cáncer. La especificidad de la vacuna es un enfoque individual para cada paciente. En otras palabras, el fármaco se desarrolla de acuerdo con la especificidad del tumor de cada paciente individual. Los médicos planean usar el medicamento en el postoperatorio. El uso del medicamento provoca una reacción especial del sistema inmune, durante el cual se destruyen las células cancerosas que aún lograron sobrevivir después de la extirpación del tumor.
Los médicos están convencidos de que el desarrollo posterior de tales medicamentos puede, al final, curar esta enfermedad. Hoy, la vacuna desarrollada se usa para pacientes con glioblastoma: tumores cerebrales en etapa IV, que ocupan el 15% de todos los tumores cerebrales y se desarrollan principalmente en personas después de cuarenta y cinco años.
