Científicos australianos han descubierto en la flor del tabaco una molécula con pronunciadas propiedades anticancerígenas. Por lo general, esta molécula se dirige contra diversas bacterias y hongos, por lo tanto, la autodefensa de la planta funciona. Los científicos quedaron impresionados por el hecho de que se encontró una molécula que posee estas propiedades en una planta cancerígena.
Actualmente se están realizando investigaciones sobre el posible uso de esta molécula en el tratamiento del cáncer.
Los ensayos preclínicos son más que alentadores. Uno de los problemas más difíciles en el campo del tratamiento del cáncer es el efecto de la terapia contra el cáncer en todo el cuerpo, mientras que quizás la molécula encontrada solo puede afectar a las células afectadas.
